Un herrero de la ciudad era tan pobre que no tenía ni un céntimo. Un día un señor sintió lástima por él y le dio dinero a cambio de que le pusiera una herradura a su caballo. Después de que le diera el dinero, el herrero vivió feliz.
Natalia. 2ºEP
FELIZ VERÁN!!!!
Hace 2 años
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